Entrevista realizada por Tamara, para ACEPTOO  www.aceptoo.com

 

Fran Vallejos. Más que una revolución para las novias de hoy.


Con solo 28 años, la diseñadora Fran Vallejos ha despertado los dormidos colores, combinándolos con el clásico blanco, que por siglos ha sido el distintivo del matrimonio.

En un pequeño, pero acogedor y bien ubicado lugar de Las Condes, Fran Vallejos hace realidad el sueño de toda novia: resaltar su belleza con un toque de estilo y distinción, que sólo ella logra, mezclando innovación, colores y telas.

Al lado de su padre, en una pequeña máquina de coser de juguete, Francisca, viñamarina de nacimiento y santiaguina por adopción, dio sus primeros pasos en el mundo de la moda del matrimonio. Francisca hizo su primer vestido de novia un año antes de graduarse cumpliendo el sueño de ella y de su primera novia.
“Fue tan mágico que una novia se me acercara y dijera: ‘Soñé que tú,  Fran, me hacías mi vestido de novia, así que tienes que hacerlo, y no quiero verlo hasta el día de la boda, créalo a tu gusto, confío en ti’. Era una gran responsabilidad pero al mismo tiempo tan emocionante ver sus ojos al verlo el día de su matrimonio y escucharla decir: ¡Es perfecto!” Desde ese día, Francisca Vallejos pasó a ser Fran Vallejos y comenzó a diseñar sin parar hasta la fecha, con el mismo gusto, pasión y entusiasmo. “Yo no vendo salchichas” exclama tajantemente Fran, cuando le preguntamos qué la diferencia del resto de diseñadoras en el mercado: “Yo no vendo vestidos ya hechos, que eliges y lo ajustas y todos igualitos a los otros, diferenciados por el corte más arriba o abajo, la cola más larga o un escote más pronunciado ¡yo diseño!, y de la mano de la novia, intento captar su esencia en un vestido único e incomparable.”

Segura y amable, la joven y talentosa pionera en el mundo de las novias a colores nos deja ver con total holgura cada uno de sus diseños y nos invita cálidamente a visitar su taller. “Yo trabajo sola, me gusta jugar con las telas, cortar y generar movimiento, convirtiendo las imágenes pre diseñadas en el vestido ideal. No necesito un lugar más grande, o muchos vestidos de prueba, al fin y al cabo esto es un proceso, en el que la novia y yo vivimos por meses, de bocetos, pruebas, elección de telas y colores,” añade Fran.
Un proceso largo y especial es como describe esta diseñadora la relación con la novia. “Es un proceso complejo, de muchos nervios para la novia. Yo sé lo que es y por eso me gusta vivirlo y ayudar en todo lo posible a mis novias, el mío es un apoyo y servicio integral, del cual casi siempre gano una gran amiga”, destaca la viñamarina. “Como me encanta lo que hago, mi nombre es cada día más conocido y preferido por las novias que destacan justamente por los colores y lo distintas que logran verse en su gran día”. Comenta y agrega que: “el lazo que se crea es lo que me diferencia de muchas otras que han intentado ponerle color a las novias, además del estilo”; sonríe la sencilla y talentosa promesa del selecto mundo del matrimonio.